La dura caída en Gualeguaychú generó sensaciones negativas en el cierre de año para Quilmes. La amplia derrota ante Central Entrerriano, por 93 a 65, tuvo sus atenuantes (gira de tres partidos en la ruta, con 24 horas de diferencia entre el segundo y el tercero), y la ausencia de Maximiliano Maciel.
Pero la baja del capitán no fue la única preocupación, sino que en el mismo partido jugado en el estadio “José María Bértora”, también se lesionó Raúl Pelorosso. Ambos presentan desgarros musculares, por lo que el receso de fin de año operará como un bálsamo en las filas del “tricolor”.
Mientras tanto, la dirigencia continúa a la búsqueda del respaldo económico para poder incorporar a partir de enero a la ficha mayor que tiene libre en el plantel.
En principio, la intención es sumar un interno extranjero (ala-pivote o pivote), pero dependerá de las opciones y -especialmente- del salario pretendido.
Mientras tanto, se continúa trabajando en la posibilidad de conseguir la habilitación del “José Martínez” para continuar jugando la Liga Argentina en la cancha propia, aunque todavía queda bastante camino por recorrer al respecto.
En otro orden, en los primeros días de enero comenzarán las obras de refacciones en el gimnasio “Armando Villar”, que se estima estarán concluidas en menos de 30 días. Así, el plantel profesional del “tricolor”, dirigido por Manuel Gelpi, recuperará un lugar fijo y de pertenencia para poder entrenar sin tener que depender de distintas cuestiones de disponbilidad en el Polideportivo.